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Introducción al teletrabajo

Recomendaciones para aplicar ajustes en casa y medidas de seguridad digital al desarrollar las jornadas laborales de forma remota, en boga tras el aislamiento impuesto para evitar una mayor propagación del coronavirus.

Al empezar la experiencia del trabajo desde casa, la primera indicación es hacerlo desde un lugar en el que se sienta cómodo y tranquilo. iStock Al empezar la experiencia del trabajo desde casa, la primera indicación es hacerlo desde un lugar en el que se sienta cómodo y tranquilo. iStock

El teletrabajo se convirtió, de golpe, en la alternativa laboral de muchos desde el inicio de la crisis por el Covid-19, un nuevo escenario que requiere aplicar medidas para que la experiencia sea productiva y para mantener nuestra información protegida ante las potenciales amenazas del mundo digital.

Ajustes en la rutina

Jared Spataro, vicepresidente corporativo para Microsoft 365, comparte detalles para hacer más cómoda, sana y productiva la incursión en la jornada laboral desde el hogar. Por ejemplo, no contar con una oficina en casa, no debe ser problema. Lo importante “es tener un espacio de trabajo dedicado en casa, en el que se pueda ser productivo y que indique que ‘están en modo no molestar’: un rincón en el comedor, una tranquila esquina en el dormitorio, una mesa de juegos sin usar en el cuarto de recreación... cualquier área en la que puedan concentrarse puede funcionar como lugar de trabajo”.

También, prosigue Spataro, se debe comunicar con el equipo de la oficina las horas en las que se estará trabajando para que sepan cuándo los pueden contactar, mantener el contacto entre colegas para no extrañar las conversaciones casuales durante el café de la mañana o tarde, y hay que establecer límites, es decir, “salir” de manera mental del trabajo remoto al final del día.

Seguridad

Una de las primeras recomendaciones en este sentido es robustecer la contraseña de la red de internet y de las computadoras y otros equipos que utilicemos para el trabajo remoto.

Deben ser claves difíciles de descifrar, que incluyan mayúsculas-minúsculas, números y símbolos, indicaciones que millones de usuarios ignoran, tal como reflejó, por ejemplo, un informe del Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido, al mostrar que más de 23 millones de cuentas filtradas recientemente empleaban la clásica contraseña “123456”.

Establecer la suspensión del equipo según el tiempo de inactividad y no dejar notas con contraseñas pegadas al equipo, son otros puntos que destaca el laboratorio de ciberseguridad Eset Latinoamérica.

También, orienta Eset Latinoamérica, se deben utilizar herramientas colaborativas para protegerse contra instrucciones o transacciones no autorizadas: “Es probable que los ciberdelincuentes aprovechen la oportunidad de que muchas organizaciones implementan el teletrabajo para lanzar ataques de Business Email Compromise, un mensaje falso, catalogado como urgente, solicitando la transferencia inmediata de fondos, sin la posibilidad de validar la solicitud en persona. Es mejor utilizar los sistemas de videoconferencia/chat como parte formal del sistema de aprobación para que la validación se realice ‘en persona’, incluso cuando sea remota”.