Que pronto empezarían los cortes de energía eléctrica, que los supermercados y farmacias iban a cerrar, que toda la pandemia causada por el Covid-19 es un plan orquestado por una potencia mundial... En plena crisis por el coronavirus, se consagra otro mal que aqueja a los ciudadanos del siglo XXI: la desinformación a gran escala.
Si bien las noticias falsas siempre han existido, ahora cobran un mayor impacto debido a su masificación a través de las redes sociales y herramientas de mensajería instantánea como WhatsApp. Y millones de usuarios susceptibles por la incertidumbre ante el avance del virus, completan el cóctel.
Supuestos comunicados de gobiernos o artículos en medios de comunicación, fotos y videos alterados o las muy compartidas notas de voz en WhatsApp que se sustentan solo en rumores y conjeturas. La propagación relámpago de las noticias falsas en esta crisis se manifiesta de múltiples formas y algunas pueden ser muy delicadas, como falsos consejos de prevención del coronavirus.
“Las mismas informaciones falsas aparecen en Asia, Europa, Estados Unidos y América Latina a pocas horas de diferencia (...) Hemos ganado batallas, pero estamos perdiendo la lucha vinculada con los falsos tratamientos y las falsas prevenciones”, aseguró a la agencia noticiosa AFP, Cristina Tardaguila, directora asociada de la Red Internacional de Verificación de Datos.
Las medidas preventivas del aislamiento social aplicadas en numerosos países de Asia, Europa y América, son una suerte de caldo de cultivo para la desinformación, apunta la experta en el fenómeno de fake news, Claire Wardle.
Alcance
Un estudio conjunto de la firma de ciberseguridad Kaspersky y la consultora Corpa, realizado recientemente, indicó que el 70% de los latinoamericanos no sabe cómo detectar la autenticidad de lo que podría ser una noticia falsa, mientras que 16% desconoce el término fake news, anglicismo que define la propagación de mentiras.
“El sondeo se enmarca en la campaña Iceberg Digital, realizada por Kaspersky para analizar la situación actual que viven en materia de ciberseguridad los internautas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú; y develar los riesgos que tanto empresas como usuarios comunes corren cuando se conectan y navegan en la red crédulamente y sin cuestionamientos”, detalla el informe.
Cómo identificarlas
La información deliberadamente errada despierta temor y sorpresa y ello empuja a las personas a compartir este tipo de contenido sin revisar de dónde proviene, y a todo ello hay que sumar el auge de los “repetidores automáticos” de mensajes, conocidos como bots, que aceleran la difusión de este tipo de noticias, destaca Roberto Martínez, analista senior de seguridad de Kaspersky.
Todos deberíamos poder identificar una noticia falsa, prosigue Martínez, aplicando cierto rigor, como verificando si la información proviene de una fuente anónima o desconocida, o con sentido común: si la noticia resulta tan sorprendente que parece inverosímil o si se trata de un anuncio que parece ser demasiado bueno para ser cierto, muy probablemente se trate de información falsa.
En el caso de esta pandemia, la fuente referencia debe ser la Organización Mundial de la Salud o medios de comunicación con prestigio comprobado. También, enfatizan los expertos, las personas deben apelar al sentido de responsabilidad y no difundir contenidos sensacionalistas de origen dudoso en las redes sociales o WhatsApp, para evitar el contagio del “virus informático”.