Los gigantescos daños sufridos por el Metro de Santiago tras la serie de protestas sociales superan los 300 millones de dólares y habrá estaciones y líneas que tardarán meses en volver a quedar operativas, afirmó este domingo el presidente de la compañía.
Eje del transporte público de la capital chilena, con casi tres millones de pasajeros por día, sufrió "una destrucción brutal", según afirmó a Canal 13 Louis de Grange, presidente de la compañía estatal, foco de las violentas manifestaciones callejeras que estallaron el viernes debido al alza de las tarifas en el horario punta.
Al menos 78 estaciones del ferrocarril metropolitano sufrieron destrozos y algunas de ellas resultaron completamente destruidas.
Tres vagones fueron completamente quemados, mientras que otros tres presentan severos daños.
Los costos económicos de la destrucción "están superando los 300 millones de dólares", agregó de Grange este domingo.
Las líneas 4 y 4-A, que van hacia el sur oriente de Santiago, son las más afectadas y podrían tardar meses en quedar nuevamente operativas.
El ferrocarril metropolitano cerró todas sus operaciones la tarde del viernes, cuando varias de sus estaciones ardían en medio de las protestas sociales.
Este fin de semana permaneció cerrado y aun no está claro si volverá a operar −parcialmente− a partir de este lunes.
La prioridad, de acuerdo a de Grange, es volver a hacer funcionar la Línea 1, que cruza de este a oeste Santiago y moviliza cada día al 40% de los pasajeros.